A propósito de ‘Rūrangi’

Por Inés Leal Rico

En abril de 2022 se estrenó en Filmin la serie Rūrangi (Autonomouse, 2020), un proyecto neozelandés independiente de temática LGTBI dirigido por Max Currie. Narrada en 5 episodios de unos 20 minutos cada uno, esta historia cuenta el regreso del personaje transgénero Caz Davis en su regreso a su pueblo natal tras diez años de ausencia en los que, además de completar su transición, se ha convertido en un activista de los derechos del colectivo LGTBI. La serie, caracterizada por un tono transpositivo, se enfoca en la reacción y disrupción que el regreso del protagonista provoca entre sus familiares, amigos y vecinos. Destaca la constante reafirmación de Caz, quien, lejos de buscar justificaciones, se esfuerza por ser comprendido y asumir las consecuencias de su partida.


La trama no es un hito dentro del género LGTBI friendly pero sí lo es su realización. El 59% del elenco y el equipo de producción son personas no binarias, y todos los personajes trans son interpretados por actores trans (van Eeden, L., 2020). La correcta representación de los distintos géneros y sexualidades que aparecen en la serie se aseguró contando con un panel asesor de personas trans, quienes también tenían poder de veto sobre la producción en caso de desacuerdo (The New Zealand International Film Festival, 2020).  La aparición de proyectos como Rūrangi nos incita a revisar cuál es la demanda actual de este tipo de narraciones inclusivas y respetuosas con todas las identidades de género y orientaciones sexuales y cuál ha sido la oferta hasta el momento.

Generalmente, el género romántico, el melodrama y las comedias de situación han seguido el tradicional «storytelling» donde una pareja heterosexual protagoniza la narrativa. Chica conoce a chico y a partir de ahí la vida fluye. La representación en la pantalla de relaciones no heteronormativas, ya sean parejas homosexuales, transexuales o fluidas, ha sido más común en producciones de bajo presupuesto, festivales alternativos y rutas menos convencionales, alejadas de la gran audiencia. Ahora, parece que la audiencia fluye más rápido que sus representaciones y, con ello, un boom de producciones de temática no heteronormativa visualizan todo tipo de relaciones y situaciones que, en su momento, estuvieron etiquetadas como “temática gay”. Plataformas como Netflix, Amazon Prime y Filmin cuentan con categoría “LGTBI” en sus catálogos y apuestan, además, por producciones propias en torno a estas temáticas.

La demanda de nuevas narrativas se hizo más evidente, posiblemente impulsada por las nuevas generaciones, cuando la serie noruega SKAM (NRK P3, 2015-2017) eligió abordar la aceptación de la orientación sexual de un adolescente confuso, Isak Valtersen, en su tercera temporada. El éxito de esta trama llevó a la realización de adaptaciones en varios países, cada una con su propio elenco y contexto cultural, pero manteniendo las líneas narrativas centrales. Italia, Alemania, Francia, Bélgica, Países Bajos, Austin y España llevaron a sus pantallas historias que presentaban personajes del mismo sexo, contribuyendo a popularizar la representación de despertares sexuales no heteronormativos.

Gracias, en parte, al éxito de SKAM, las series de temática LGTBI se han ido popularizando y han encontrado su espacio en las plataformas VoD, que están reaccionando paulatinamente a la demanda social de este tipo de ficciones y representaciones. Actualmente encontramos en los catálogos digitales numerosas series centradas en este tipo de historias, narradas en tono cómico, trágico, romántico, de apoyo y reivindicativo. En el ámbito de la temática LGTBI, las series centradas en adolescentes que exploran la salida del armario y el primer amor se han vuelto notables, conformando lo que se ha catalogado como el subgénero «coming out». Disney+, por ejemplo, incluye en su catálogo «Con amor, Víctor» (Hulu, 2020), que es una secuela de la película «Con amor, Simon» (20th Century Fox, 2018), uno de los primeros éxitos en el género de cine gay adolescente. Además, Netflix contribuye a esta oferta con series como «Jóvenes Altezas» (Nexiko, 2021) y «Heartstopper» (See-Saw Films, 2022), ambas con dos temporadas y una tercera en proceso de rodaje.

Sin embargo, más allá del fenómeno adolescente que caracteriza a este género de ficción, también sobresalen producciones más formales y generalmente de tono más dramático. Estas no se limitan exclusivamente a la representación de diversas orientaciones sexuales, sino que exploran subtramas que surgen de los desafíos adicionales asociados con no conformarse a la heteronormatividad para llevar una vida considerada «normal». En este contexto, se encuentra la serie alemana «Todo lo que necesitas» (UFA Fiction, 2021), disponible en Filmin, que narra las vicisitudes de un grupo de amigos gay en su búsqueda del amor y, sobre todo, del equilibrio emocional. Asimismo, series como «Fragile» (Fullum Films Studios, 2019), también en Filmin, o «Tore» (B-Reel Films, 2023), disponible en Netflix, abordan las dificultades adicionales de enfrentar la propia diversidad sexual en medio de crisis existenciales que de por sí ya representan un peso considerable.

Y es en esta línea de ficción más adulta y substancial en la que se enmarca la serie Rūrangi, sin que por ello deba ser etiquetada de dramón o melodrama. Rūrangi se sumerge en cuestiones intrincadas, pero lo hace con una perspectiva que, lejos de emitir juicios sobre los personajes, crea un espacio de comprensión y bienestar. En este entorno, todas las perspectivas son respetadas y validadas y todas las tramas desprenden humanidad en todos sus relatos. La vuelta al pueblo de orígen del protagonista (Caz Davis, interpretado por Elz Carrad) supone un punto de partida para el reencuentro de los personajes que, tras 10 años sin tener contacto, deben volver a conocerse y entenderse. Y es que el tema principal de la serie es realmente la aceptación, no como condena impuesta impregnada de un positivismo forzado sino aceptación como bienvenida: bienvenida a los cambios, bienvenida a las nuevas personas y bienvenida a nosotras mismas, de allá de donde quiera que vengamos.

La primera bienvenida es la del propio Caz que desapareció en un cuerpo de mujer diez años atrás y vuelve a su lugar de origen ya convertido en lo que siempre fue pero nadie supo reconocer. La trama principal gira en torno a las reacciones de sus familiares y amigos ante esta reaparición que el protagonista presenta entre una mezcla de sentimiento de culpabilidad y un aplomo autoreafirmante. Pero la historia no es plana. No se trata de aceptar al protagonista sino de aceptar también su ausencia prolongada durante la cual han sucedido muchos acontecimientos entre ellos, aviso spoiler, la muerte de su madre. Bienvenida también en el reencuentro con su antiguo novio. “No sé que era eso que teníamos tu y yo, pero sigue ahí” confiesa un exnovio que se descubre confuso y se declara roto no por el retorno sino por la desaparición repentina y la ausencia prolongada.

La trama de Anahera, interpretada por Awhina-Rose Ashby, destaca la exploración de la aceptación de su herencia Maori, ahora revitalizada como símbolo de identidad y equilibrio en un mundo en constante cambio. Anahera se encuentra en un proceso de autoaceptación y autodescubrimiento, donde la bienvenida se extiende no solo a su búsqueda de orientación sexual, sino también a la conexión con una cultura ancestral que, lejos de quedar obsoleta, sirve como guía espiritual en su viaje vital. La producción también contó con una asesora en cultura Maorí para garantizar una representación precisa y auténtica (The New Zealand International Film Festival, 2020). “Antes se suponía que debíamos tener vergüenza por hablar te reo Maorí. Ahora debemos sentir vergüenza por no hablarlo. ¿Quién se beneficia de nuestra vergüenza?” sostiene la profesora de lengua.

Rūrangi articula de manera perceptible sentimientos y emociones de naturaleza compleja. Este logro se manifiesta no solo a través de sus personajes, sino también al considerar al pueblo como un personaje en sí mismo (de hecho, es quien da título a la serie). El lugar se presenta como un símbolo de las contradicciones modernas. La serie destaca tanto los aspectos positivos como los negativos de las tradiciones, subrayando la serenidad proporcionada por lo conocido frente a la ansiedad que puede suscitar. Asimismo, explora la tensión entre la búsqueda de transformación personal y el anhelo de pertenencia, junto con el arraigo profundo y ancestral. No se relata simplemente un proceso de «salida del armario», se narra la complejidad humana en un devenir vital en el que confluyen sentimientos heredados con sentimientos elegidos. ¿Acaso no es un desafío que todas compartimos en nuestro recorrido vital?.

Referencias:

The New Zealand International Film Festival. [NZIntFilmFestival] (10/8/2020). Rūrangi | Q&A with Director Max Currie, Producers Craig Gainsborough, Cole Meyers and Elz Carrad [Archivo de Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=xcOOXVWHSvs

van Eeden, L. ( 2020) Casting trans actors to play trans characters can change lives. Disponible en https://www.renews.co.nz/casting-trans-actors-to-play-trans-characters-can-change-lives/