Querer (2024, Ruiz de Azúa)

Querer, Ruiz de Azua

Autor: Jorge Abad Pérez

El cierre de 2024 nos deja una de las mejores producciones audiovisuales españolas del año, Querer (2024, Ruiz de Azúa), la miniserie de Movistar+ dirigida por Alauda Ruiz de Azúa, es sin duda una de ellas. A lo largo de sus cuatro capítulos, la serie aborda con crudeza y templanza la violencia de género y el siempre espinoso concepto de «consentimiento», temas de absoluta vigencia social.

La directora vasca, conocida por su aclamado largometraje Cinco lobitos (2022, Ruiz de Azúa), mantiene aquí su característico enfoque extremadamente realista. Con un estilo narrativo cercano e íntimo, Ruiz de Azúa logra que el espectador se sienta partícipe desde el primer momento. La proximidad emocional es un rasgo distintivo de su obra, y en este producto esto se acentúa gracias al uso constante de planos de seguimiento, un recurso que potencia la sensación de cotidianeidad e inmediatez.

El guion, firmado por Eduard Solà, Alauda Ruiz de Azúa y Júlia de Paz, presenta personajes complejos, llenos de matices y contradicciones. Las reacciones de los personajes no son previsibles ni arquetípicas, sino reales y humanas, lo que aporta una capa de profundidad esencial para la historia.

La disección de las fases de la violencia de género —la denuncia, el deterioro de las relaciones, el proceso judicial y las secuelas emocionales— se realiza con una sutileza poco habitual en la ficción televisiva. En una época donde el consentimiento y la credibilidad de las víctimas son objeto de debate social, esta miniserie se convierte en una pieza imprescindible.

El trabajo actoral es otro de los grandes aciertos de la producción. Nagore Aramburu y Pedro Casablanc destacan en sus interpretaciones de Miren e Íñigo, un matrimonio con treinta años que se quiebra tras la denuncia de ella por violencia de género. Aramburu consigue transmitir una sensibilidad desgarradora a través de la lucha interna de su personaje, mientras que Casablanc imprime a Íñigo una ambigüedad inquietante, que obliga al espectador a cuestionarse constantemente su culpabilidad. Por otro lado, Iván Pellicer y Miguel Bernardeau aportan una perspectiva clave como hijos del matrimonio, mostrando el impacto generacional de la violencia de género en el entorno familiar.

Querer no solo trata sobre la violencia, sino también sobre la fragilidad humana, la ambigüedad moral y la dificultad de tomar decisiones en situaciones límite. Denunciar una violación continuada durante 30 años de matrimonio supone un terremoto emocional para la víctima, el agresor y su entorno. La serie explora con honestidad esta complejidad, reflejando cómo el proceso judicial, lejos de ser un camino liberador, puede convertirse en un calvario para la víctima.

En definitiva, Querer es una obra imprescindible que no solo expone, sino que invita a reflexionar. Su tratamiento profundo y realista de la violencia de género la posiciona como una de las producciones más relevantes de 2024, capaz de remover conciencias y generar debate en una sociedad que todavía se enfrenta a la difícil tarea de comprender la verdadera dimensión de esta problemática.